Las aguas de Sotogrande, el hábitat de los animales acuáticos.
La región de Sotogrande tiene muchos calificativos. Cuando pensamos acerca de este lugar se nos viene a la cabeza glamour, lujo, playa, tranquilidad… Lo que nadie puede imaginarse es que también está dotado de unas aguas con una vida salvaje bastante abundante.
Se está convirtiendo en costumbre que muchos de nuestros clientes nos avisen de la presencia de delfines. Estos mamíferos acostumbran acercarse a la costa con frecuencia, lo que permite a muchos de nuestros clientes disfrutar de una experiencia aún mayor.
Los delfines son muy amigables al ser humano y lo notarás enseguida, ya que es normal que empiecen a seguirte mientras navegas. Suelen ir en grupos, así que si ves uno probablemente haya más. Te podemos asegurar que es una de aquellas experiencias que nunca se olvidan. Un buen truco, que muchas veces funciona, es que si ves un grupo de gaviotas volando cerca del mar puede que sean ellos.
Por último, si os consideráis una familia con suerte y estás en el momento adecuado, es posible que podáis ver alguna que otra manta que salga a la superficie a tomar el aire. Esto sin duda, es muy difícil ya que las posibilidades son bastante pequeñas. Pero quién sabe, a lo mejor sois de los pocos afortunados que pueden vivirlo.
No es el único visitante que te puedes encontrar. Durante los días que el agua es cristalina y la marea tranquila se puede observar en la superficie una aleta doblada hacia un lado. No te preocupes, no se trata de un tiburón. Estos peces se llaman peces luna, y aunque parezca que están muy quietos o que están medio muertos, es su forma de estar. Te puedes acercar y verlos a corta distancia, ya que muchos no se asustan con vuestra presencia.
Si vas navegando de forma paralela a la playa, pero un poco alejado, también es muy común encontrarse a nuestro paso peces voladores. Podremos observar cómo estos peces salen del agua a nuestro paso y nos acompañan volando durante unos metros hasta volver a sumergirse en el agua.
Por último, si os consideráis una familia con suerte y estás en el momento adecuado, es posible que podáis ver alguna que otra manta que salga a la superficie a tomar el aire. Esto sin duda, es muy difícil ya que las posibilidades son bastante pequeñas. Pero quién sabe, a lo mejor sois de los pocos afortunados que pueden vivirlo.